En las calles limeñas, oculto detrás de paredes o en corredores poco transitados, o muy transitados también, permanecen restos del pasado, evidencia de edificios, iglesias, monumentos, etc. que el nuevo habitante de nuestra ciudad desconoce. En la segunda cuadra del jirón Andahuaylas, entre los jirones Amazonas y Ancash, actualmente existe en uno de sus frentes, el gran muro de la Escuela Nacional Autónoma de Bellas Artes, y al frente, una sucesión de galerías, tiendas y callejones. En uno de estos, puede verse con algo de esfuerzo, los restos del Colegio Agustino de San Ildefonso.
La casa de estudios de San Ildefonso, o Colegio universitario de San Ildefonso, o Pontificia universidad de San Ildefonso (1), que son los nombres como aparece en distintos documentos esta casa de estudios fundada por los agustinos en el año 1612, aparece en los antiguos planos del siglo XVII y XVIII, donde incluso se dibuja el perfil de su iglesia.
Plano escenográfico de Lima del padre Pedro Nolasco Mere, año 1685. En el circulo, la iglesia de San Ildefonso |
Plano escenográfico del francés Jacobo Nicolas Bellin, año 1752 |
Según el Arq. Juan Gunther -estudioso del pasado limeño-, en 1616, en la iglesia de San Ildefonso intervino el pintor italiano Angelino Medoro, con la decoración, y diseño y planos de los retablos, el mismo que fue encargado al carpintero Pedro Vasquez de Zamora, el mismo que ya había realizado otros encargos similares en Lima. La obra de Medoro -autor de un retrato post mortem de Santa Rosa de Lima-, es muy valorada en nuestra ciudad, siendo contadas las obras realizadas por él. (2) Imaginemos ahora todo un templo donde su arte se puso de manifiesto.
Poco después de la Independencia una ley ordena el cierre de conventos y colegios, entre ellos el de San Ildefonso. Desde aquella época hasta el día de hoy, toda esta zona cambió radicalmente. Como dije mas arriba, hoy podemos encontrar muchos callejones, varios de ellos con estructuras muy antiguas. Y el comercio ha avanzado vertiginosamente en esta calle que va hacia el campo ferial Amazonas. Pero en uno de estos callejones, aun es posible ver restos de lo que pudo haber sido la iglesia de San Ildefonso -si nos ubicamos por la referencia de los antiguos planos-, la misma que desplegó en el pasado el arte de Medoro.
Intenté ingresar al techo donde es posible ver estos restos. La primera puerta a la izquierda de este callejón es vivienda, y al parecer deposito comercial, algo no raro en esta zona. Fue imposible, los ocupantes, recelosos no lo autorizaron, y por supuesto desconocen la historia del lugar que ocupan.
Esto me recuerda otro caso parecido a unas calles de allí, exactamente en el jirón Cusco 749, donde en el interior de un solar, es posible ver un arco del siglo XVIII, que son los restos del colegio mercedario de San Pedro Nolasco.
¿Que hacer? ¿Emprender una campaña de educación a los nuevos ocupantes de estos lugares? ¿Dejar que se pierdan con el paso del tiempo? ¿Ustedes que opinan?
(Texto: David Pino)
(Texto: David Pino)
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(1) http://www.historiadelnuevomundo.com/index.php/2015/01/lista-de-universidades-y-colegios-mayores-virreinales-en-indias/
(2) http://www.arzobispadodelima.org/blog/2010/11/17/san-agustin/
6 comments:
Se podría darles charlas sobre lo histórico del lugar y la improtancia de presentarlo y darles algún apoyo por parte del INC u otra entidad para que se conviertan en los guardianes protectores de ese espacio cultural.
Quizas usar un Dron para documentar fotograficamente los restos, contrastarlos con los mapas y enseñarlos a los moradores para recalcar la importancia
Exelente reseña historica.
Quizás lo del dron pudiera funcionar, pero no vaya a ser que le tiren piedras o algo parecido. ¿O estoy difamando o exagerando? O simplemente esperar la oportunidad y no hacer nada ahora. Ya es bastante lo que has publicado. Mas bien ubica ese lugar en una mapa mas actual. Gracias...
Buenos días. Es una gran tarea, la resistencia a la conservación de restos arquitectónicos es el resultado de la ignorancia de nuestro pueblo, no se enseña a apreciar y valorar los elementos de nuestra identidad.
Los que la habitan no saben y de seguro que ni les interesa lo que haya sido. Poco a poco la depredación hace desaparecer las fuentes materiales de la historia.
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