Siempre habíamos escuchado que para conocer bien una ciudad, era necesario caminar con los ojos bien abiertos, mirando hacia sus balcones, a lo alto de sus fachadas, buscando detalles y sorpresas que nos cuenten historias de sus ocupantes. Pero a veces, también al mirar hacia el piso podemos encontrar curiosidades y enigmas que nos cuentan mas de una historia de nuestra Lima. Algo de esto podemos ver en la antigua calle de Correo, primera cuadra del jirón Conde de Superunda, a unos metros de la Plaza de Armas. Veamos de que se trata.