Muchos españoles ricos tuvieron la peculiaridad de decorar algún rincón de sus mansiones con mascarones de proa -que eran unas figuras de madera que decoraban la parte delantera de los barcos-, muchas veces con forma de sirenas o figuras mitológicas, otras veces de feroces leones que surcaban los mares desconocidos, dando protección con su fiero aspecto a los tripulantes de la embarcación. Una mansión en Lima ostentaba una de estas figuras, era la casa de don Miguel de Castañeda y Amuzquíbar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEig9H2AJbSJmZg-liLXklScAjXpHYMARtxbVXn1DYGAViRmEgE6K_A6qmYJ1JJQKlnpwYNUKhBX1ACXIzthmv8rbDZA9XUd_2C4X-jSj6eNnoS0TbCsaCNJ4Na0oCwLliHYIyXooJIWaaU/s640/mascaron_castaneda.jpg) |
Mascarón de la Casa Castañeda. (Crédito: José Cerna Sabogal) |