Hace un tiempo, cuando se estaba construyendo el túnel que actualmente pasa por debajo del río Rímac, debajo del cuatricentenario Puente de Piedra, se colocó una peana con la imagen de San Martín de Porras, que siempre tenía velas encendidas. No era la primera vez que se veía este tipo de altares religiosos en obras sobre lugares antiguos, también se sabe del pago de "ofrendas" o "regalos" hechas por ingenieros, arquitectos o contratistas en obras realizadas en lugares antiguos.