Entre las principales devociones que llegaron desde España, figura la de Nuestra Señora de Guadalupe, devoción extremeña que no podía faltar en este Virreinato.
Demolición de la Cárcel de Guadalupe, al extremo izquierdo la Iglesia |
En el siglo XVI llega esta devoción a la Ciudad de los Reyes. Fray Diego de Ocaña llegó a Lima para pedir limosnas para el culto de la Virgen Extremeña, realizando dichas recolecciones se encontró con un acaudalado habitante que tenía la intención de establecer el culto a la Virgen de Guadalupe.
Este era Alonso R. Cervantes, mercader, natural de Medellín, quien ofreció al arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, un sitio espacioso a las afueras de la ciudad, con el fin de edificar una ermita. En poco tiempo se ganó el cariño de los limeños y lo comprueba el hecho que, en solo un día se le celebraban en su capilla 12 misas a más.
Este era Alonso R. Cervantes, mercader, natural de Medellín, quien ofreció al arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, un sitio espacioso a las afueras de la ciudad, con el fin de edificar una ermita. En poco tiempo se ganó el cariño de los limeños y lo comprueba el hecho que, en solo un día se le celebraban en su capilla 12 misas a más.
Hacia 1611 los Mayordomos cedieron la ermita a los padres Franciscanos, cuyos religiosos establecieron a su costado el Colegio de San Buenaventura; a mediados del mismo siglo se efectuó una segunda fábrica del templo y es el que perduró hasta el siglo XX. Casi desde su origen funcionó como Convento y colegio de los estudiantes de la Orden Franciscana, bajo la advocación de San Buenaventura.
Patio de la Maison de Sante donde fue el colegio San Buenaventura |
En 1919 fue erigida como vice-parroquia, encargándose su administración espiritual a los Canónigos Regulares de la Inmaculada Concepción. Es en terrenos del colegio San Buenaventura que se edifico la Maison de Sante, el año 1860. Posteriormente, con la ampliación de esta institución medica se demolió la iglesia, esto en el año 1928.
Extinto el culto, la imagen primitiva se salvó de este triste momento de la historia, los Canónigos trasladaron la efigie a la Parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, donde hasta hoy permanece. Su fiesta se celebra el 8 de Septiembre.
Ampliación de la Maison de Sante donde estuvo antes la iglesia de Guadalupe |
Fuente:
Cipriano Laos, Lima, la Ciudad de los Virreyes, 1928
Scribd, Lima
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