jueves, agosto 26

Diablos, Gigantes y Cabezudos: antigua fiesta en Lima del siglo XIX

Cuando la Procesión del Corpus Christi era la mas importante de Lima, ademas de los creyentes que acompañaban la reunion religiosa, hacian su aparición unos personajes muy graciosos, pero tambien escandalosos y que desdibujaban completamente con su actuación la procesion, simbolo de recogimiento y reflexion: los Diablos, Gigantes y Cabezudos.

Gigantes y Cabezudos en una fiesta en la isla de La Palma (1950). Muy probablemente el mismo aspecto que tenian los protagonistas de este articulo.


Dice Carlos Prince en su "Fiestas Religiosas y Profanas" (Lima, 1890) lo siguiente respecto a esta fiesta: ´los diablos eran unos figurones ridiculos, una variedad de diablos horribles, los gigantes eran unos maniquies , figurando gigantes colosales, cargados por negros, y los papahuevos eran muchachos con cabezas mas grandes que sus cuerpos (...), con este atractivo se conseguia mayor afluencia de concurrentes´.

En plena procesion, los diables, los gigantes y la gigantita, haciendo grotescas contorciones, y los papa-huevos, imitando las payasadas de los saltimbanquis, acostumbraban con movimientos torpes y toscos, propiciar la risa del pueblo, que empezaba por prorrumpir en gritos y terminaba a los puños.

Estos desordenes acontecian en medio de la procesion, y lo mas irracional era, que se hacia para celebrar y solemnizar una fiesta religiosa, acompañando al Santisimo, en cuyo serio acto, en vez de mascaras y disfraces, debia reinar el recogimiento y la veneración.

Esta costumbre fue introducida en las festividades religiosas desde tiempo inmemorial, y desde entonces tambien fue reprobada por la gente sensata, tal es asi que en los tiempos del gobierno colonbal muchos alzaron su voz de protesta contra estas pandillas que so pretexto de rendir culto a la Divinidad, ofendian a la moral publica y servian de escarnio a la religion misma, pero esto era tolerado por los mismos Virreyes, que en ese sentido nada hicieron para extinguir estas costubres profanas.

Una curiosidad al respecto se dio en 1817, cuando un cura de una de las parroquias de la capital, se dirigio al virrey preguntandose del porque se habia prohibido ese año estas celebraciones con el argumento siguiente: ´estos diablos hacen un acompañamiento inocente a su Majestad, y el pueblo ve gozoso esto y tambien porque los gigantes, sin aterrar a la infancia, hacen mas grande la concurrencia y acompañamiento devoto (...), por tanto solicito a su pio corazón, permita la presencia de diablos y gigantes en la proxima procesion´.

El Virrey convencido por las razones aducidas por el celoso parroco ordenó que vuelvan a salir estos muñecos y disfraces.

Nuevamente segun Prince: ´De las antiguas costumbres abolidas ya, la de los diablos, gigantes y cabezudos es la que con mayor justicia y razón se ha hecho desaparecer, en honra y provecho de nuestra religión ¡La farsa, el bullicio y el escandalo no son para la Iglesia!´ Que diria hoy de los escandalos ya conocidos.

Estas costumbes desaparecieron alrededor de 1865.

Fuentes:
Carlos Prince, Lima Antigua (1890)
Papahuevos.es Imagenes