* Un articulo de Ruben Cabello
La Ciudad de Lima, que vivió desde sus primeros años de fundación una gran piedad religiosa, no fue ajena a la celebración de la Semana Santa, en la cual se rememoraba de manera didáctica los diferentes momentos de la Pasión, muerte y resurrección del Señor.
El establecimiento de las Cofradías, la llegada de imágenes, así como la fundación de capillas dedicadas a estos misterios, fueron factores contundentes para comprender el desarrollo de la celebración popular, basada en los desfiles procesionales, en los cuales participaban todos los estratos sociales, con personajes como los penitentes, cofrades y alumbrantes con hachones, cuyas flamas reverberaban en las andas que exhibían escenas conmovedoras de Cristo o su Madre Dolorosa, obras escultóricas de importantes imagineros virreinales e hispánicos, muchas de las cuales han llegado hasta nuestros días.
El paso de los años y la riqueza de la Ciudad, aunada a su fama de santidad, hicieron que la Semana Santa fuese ponderada por los cronistas coloniales como una celebración suntuosa y devota, comparable a las celebradas en las principales ciudades de la península puesto que durante el Virreinato, la Semana Grande alcanzó su máximo esplendor. No obstante, con el advenimiento de la república y el surgimiento de problemas económicos internos, las Cofradías organizadoras de estas procesiones, que tenían su punto culmen al llegar a la Catedral y Plaza de Armas, decayeron en pompa, acompañamiento e importancia.
Aunque las de arraigo popular siguieron realizándose luego de la independencia, estas terminaron por extinguirse al llegar la guerra del Pacífico; las devociones se redujeron al culto en sus templos y a la participación en las tradicionales celebraciones litúrgicas. Ya en el siglo XX la Archicofradía de la Veracruz reapareció en las calles, marcando un hito de resurgimiento al convertirse en la procesión general del Viernes Santo. Aunque esta fue la única que resurgió procesionalmente, a fines de los 80, gracias al impulso del Arzobispado de Lima e instituciones privadas se rescata luego de casi un siglo y medio, el ciclo procesional de la Semana Santa de Lima, con la colaboración de las Cofradías y Hermandades, algunas de ellas herederas de la tradición y otras que aparecieron para apoyar en su reflotamiento.
Nuestra Señora de la Esperanza
Domingo de Pasión – Basílica Catedral
Esta fecha abre las celebraciones de Semana Santa con la procesión de la Dolorosa catedralicia, que llega en peregrinación a la Iglesia primada en compañía de las representaciones de las Cofradías y Hermandades de Lima. Se pronuncia el pregón de la Semana Santa y la Santa Misa con la presencia del Arzobispo.
Jesús Nazareno
Viernes de Dolores – Basílica de la Merced
En sus inicios, esta imagen era venerada en el exterior de la Iglesia de la Merced, representa a Cristo con la Cruz a cuestas camino al calvario y es una muestra de la escuela limeña del siglo XVIII. En sus mejores tiempos contó con una célebre Cofradía, uno de cuyos miembros fue inmortalizado en las tradiciones de Ricardo Palma.
Santo Cristo del Auxilio
Singular crucificado de cuatro clavos, tallado por Juan Martínez Montañés y llegado a Lima en 1603, ante esta imagen oraba el Venerable Pedro Urraca y el Siervo de Dios Fray Sebastián de la Cruz, el mismo que mereció oír las palabras de Cristo por medio de esta imagen.
Nuestra Señora de la Piedad
Una de las primeras Cofradías penitenciales en Lima se fundó para esta dolorosa en 1559, realizando solemne procesión hacia la Catedral el Viernes Santo por la tarde. La imagen responde a los cánones establecidos para imágenes marianas de vestir desde el siglo XVI en la corte de Madrid, así como la costumbre de salir en procesión bajo un palio bordado.
Señor del Santuario
Sábado de Dolores – Monasterio de Santa Catalina
En el siglo XVII, Un comerciante dejó dos cajas a la Priora del Monasterio de Santa Catalina, para que sean custodiadas por un tiempo determinado. Pasado el mismo, las religiosas optaron por abrir los bultos y descubrieron en uno de ellos, la imagen del Señor Crucificado, colocado posteriormente en una de las capillas claustrales. La imagen de evidentes rasgos criollos, representa a Cristo muerto en la cruz, la misma que goza de gran devoción de los limeños.
Nuestra Señora de las Angustias
Venerada en el Coro bajo del Monasterio profetizado por Santa Rosa, acompaña tradicionalmente al Señor del Santuario en su recorrido hacia la Catedral. Su rostro compungido se ve acentuado por los ojos enrojecidos y achinados, así como una daga y corazón de plata enfatizando este momento, de acuerdo con la profecía de Simeón.
Señor de la Agonía en el Huerto
Domingo de Ramos – Iglesia de San Agustín
Señor de la Columna
Uno de los mejores ejemplares de la escuela limeña del siglo XVIII corresponde a esta representación de la flagelación de Cristo en el pretorio. La postura y la cantidad de llagas distribuidas por todo el cuerpo nos muestra el intenso realismo que imprimió Baltazar Gavilán a esta obra.
Ecce Homo
Representa el momento en que Cristo es presentado al pueblo por Pilatos, luego de ser azotado y coronado de espinas, donde el gobernador muestra a Cristo diciendo: “he aquí al hombre”. Atribuido a Baltazar Gavilán, es de tamaño superior al natural y de imponente presencia.
Jesús Nazareno
Imagen del siglo XVIII, representa a Cristo en el momento de caer bajo el peso de la Cruz, hace algunas décadas se presentaba abatido bajo el madero, pero luego de una restauración le devolvieron la apariencia y policromía originales.
Santo Cristo de Burgos
Legendaria efigie del “Santo Crucifijo de Lima” fue remitida desde la península, luego de una serie de obstáculos, en 1593, y desde aquella fecha se convirtió en el predilecto de la devoción Limeña. Su Cofradía y procesión del Jueves Santo fueron de las más notables y concurridas, donde figuraba la célebre escultura de “La muerte”.
Nuestra Señora de la Pasión
La Dolorosa de los agustinos representa a María con mirada alta, como buscando una explicación a todo el sufrimiento que padece; las manos entrelazadas se juntan a su pecho evidenciando la profundidad que un anónimo escultor dieciochesco de la escuela de Lima inmortaliza en esta escultura de vestir.
Señor del Huerto
Lunes Santo – Monasterio de Trinitarias
Representa el momento posterior a la última Cena, donde en compañía de unos discípulos acude al Monte de Getsemaní a orar a su Padre. Es una escultura muy emotiva, dirigiendo la mirada y las manos al cielo en actitud de plegaria. Presenta sobre su pecho un escapulario, propio de la filiación con las religiosas trinitarias donde se venera.
Jesús Nazareno Cautivo
Escultura realizada en 1710. Representa a Cristo maniatado luego de haber sido traicionado por Judas Iscariote. La expresividad bella y melancólica de su rostro lo pone entre las mejores imágenes pasionistas que recorren las calles de Lima. Destaca sin duda en él, el escapulario con la Cruz roja y azul de las trinitarias, así como una larga cabellera natural propio de este tipo de representaciones.
Nuestra Señora del Mayor Dolor
Dolorosa del siglo XVIII, representa a la Madre de Jesús con mirada fija en el cielo y de gran teatralidad por la posición de sus manos, en su pecho luce un corazón de plata atravesado por siete espadas, hermoso trabajo de orfebrería.
Señor de la Justicia
Martes Santo – Basílica del Rosario
Extraordinaria efigie del siglo XVIII representa a Cristo en el instante en que es coronado con espinas y sometido a las burlas de los sayones. Se presenta sentado sobre un gran trono de plata, producto de la gran devoción que los limeños le profesan desde antiguo. Figuraba en la célebre procesión que salía desde el templo de Santo Domingo la tarde del Miércoles Santo.
Nuestra Señora de las Penas
Representa a la Madre afligida frente a los padecimientos previos a la crucifixión de Jesús, a quien acompaña por la calle de la amargura. Artísticamente es una de las dolorosas más notables de la escuela limeña del siglo XVIII, su rostro se ve enmarcado por “vivas perlas” como eran calificadas las lagrimas según crónicas de la época.
Jesús Nazareno
Miércoles Santo – Basílica de San Francisco
Impresionante efigie de Cristo con la cruz a cuestas, atribuido al taller de Juan Martínez de Montañés, representa una de las caídas de nuestro señor en la vía al calvario. La imagen apoya la mano izquierda sobre una peña mientras que la otra se aferra al madero. Dirige su mirada hacia el lado izquierdo, como queriendo hablar a los espectadores, sin duda es una de las efigies más emotivas de la Semana Santa.
Virgen Dolorosa
Entre las numerosas obras que dejó el imaginero limeño Baltasar Gavilán, merece especial atención esta dolorosa, su exquisito rostro y la posición de sus manos le otorgan una particular teatralidad, mientras su vestido, de oscuras tonalidades y amplios pliegues revelan la innovación dieciochesca de la imaginería local.
Jueves Santo
Este día se conmemora la Cena del Señor y litúrgicamente inicia el Triduo Pascual. Luego de la Misa vespertina que recuerda este momento, en las iglesias cesará el toque de las campanas hasta el sábado por la noche, en señal de duelo por la Pasión de Jesús. Sin dudas el momento más importante constituye el traslado de las hostias consagradas al monumento.
(foto: Monumento de Santa Rosa de las Monjas) Jueves Santo
La reserva en el monumento representa la captura de Jesús luego de la traición de Judas Iscariote, por ello se permanece en oración durante toda la noche. Las iglesias de Lima revelan en estos altares efímeros su importancia patrimonial, que solo en esta ocasión nos es dado contemplar.
(Foto: Monumento de la Iglesia de la Buena Muerte) Santa Cruz
Viernes Santo - Basílica de la Veracruz
El Santo madero tiene importancia porque es la cruz arbórea original del titular de la Archicofradía: el Santo Cristo de la Veracruz, imagen titular que recorría en la estación penitencial del Viernes Santo por la tarde. De los brazos se encuentra pendiendo el santo sudario que, colocado en artísticas formas recuerdan que Cristo ya fue descendido.
Lignum Crucis
En 1540, el Sumo Pontifice Paulo III envió a Lima, un trozo de la verdadera Cruz en que fue crucificado Jesucristo, para poner paz ante los conflictos que ocurrian entre conquistadores. Ella dio origen a la Archicofradía homónima, decana entre las de Semana Santa.
Cristo Yacente
Representa a Cristo muerto colocado en una urna para ser trasladado a la sepultura, presenta la rigidez cadavérica quebrada por el leve movimiento de la cabeza hacia la derecha .Hermosa efigie obsequiada a Lima por el presidente Augusto B. Leguía en 1924, para participar de la tradicional procesión de la Veracruz. Proveniente de talleres españoles, se inspira en sus similares de la escuela sevillana y granadina.
Nuestra Señora de los Dolores
Representa a María vestida de luto riguroso y acompañando el cuerpo inerte de su hijo camino al sepulcro. El rictus de dolor de esta escultura es impresionante. Sus ojos entreabiertos reverberan ante las filas de cirios que intentan competir con sus lágrimas de dolor; aunque se le representa de pie ante la cruz, originalmente recorría las calles bajo palio.
Nuestra Señora de la Soledad
Sábado Santo – Santuario de la Soledad
Una de las dolorosas más antiguas y célebres de Lima, representa a María santísima en su Soledad luego de la muerte de Cristo, cuya imagen acompañaba en su célebre procesión la tarde del Viernes Santo. Presenta las manos entrelazadas sobre su pecho, como resignada a la voluntad divina; procesiona bajo palio.
Señor del Santo Entierro
Esta imagen es una de las más representativas de la escuela limeña, realizada en 1620 por Pedro de Noguera, tiene la particularidad de ser articulada, con ella se escenificaba la muerte de Cristo en la Cruz, seguido de la ceremonia del Descendimiento y solemne procesión penitencial.
San Juan Evangelista
Cristo Resucitado
Domingo de resurrección – Monasterio del Carmen
Representa a Cristo triunfante sobre la muerte, de pie y bendiciendo con la mano derecha, mientras que en la izquierda porta la bandera blanca de la redención. La imagen responde a caracteres propios del barroco limeño dieciochesco.
Nuestra Señora de la Alegría
María hoy se reviste rosa y blanco, mostrando su júbilo al encontrarse con Cristo resucitado. En la mano derecha porta un ramillete de rosas mientras que en la izquierda porta una paloma blanca. Responde originalmente a la advocación del Carmen, cambiando indumentaria y atributos propios para la representación en esta fiesta pascual.
Señor de las Caídas (Parroquia de Mercedarias)
Nuevas incorporaciones
A fin de enriquecer la celebración de la Semana Santa, el Arzobispado ha tenido a bien solicitar la participación de algunas hermandades y/o templos del Centro Histórico que no pertenecen al ciclo procesional establecido, algunas de ellas han tenido que modificar sus cultos habituales para integrarse.
Representa a Cristo a punto de caer bajo el peso de la Cruz, sin dudas su rostro lleno de dramatismo y su posición a instantes de perder el paso hacen muy notable a esta escultura limeña. Se integró desde el año 2010 para participar en los misterios dolorosos del Rosario meditados en el atrio de la Catedral.
Señor de Burgos de Santa Clara (Monasterio de Santa Clara)
Es una de las primeras reproducciones del Cristo homónimo del Convento de San Agustín, atribuido a Gaspar de la Cueva, escultor de la primera generación de la escuela Limeña. Destaca su rostro dulce y sereno, así como su composición naturalista respecto a la efigie original. Se cuenta que al salir en procesión va pasando revisión entre los fieles asistentes para escoger a las futuras religiosas. Se integró desde el año 2010 para participar en los misterios dolorosos del Rosario meditados en el atrio de la Catedral.
Señor de la Caña (Monasterio de Trinitarias)
A diferencia de la tradición escultórica local, en que Cristo al momento de ser coronado de espinas es presentado sentado en el Pretorio, el Cristo trinitario se encuentra de pie y en suave contrapposto. Se integró el año 2012 para participar en los misterios dolorosos del Rosario, meditados en el atrio de la Catedral.
Cristo Crucificado (Parroquia de San Sebastián)
Representa a Cristo muerto en la Cruz, luego de recibir la lanzada de Longinos. Es una buena muestra de la imaginería limeña del siglo XVII, atribuido al escultor Bernardo Pérez de Robles. Fue invitado a participar el año 2012 a petición de la Arquidiócesis de Lima, junto a la Virgen de la Esperanza.
Nuestro Señor de los Milagros (Monasterio de Nazarenas)
La Semana Santa de hoy es una bella sucesión de imágenes, arte y música; un deleite para los sentidos y un retroceder en el tiempo, 10 días para meditar sobre la Pasión o para contemplar la riqueza que nos legaron nuestros mayores. Sea como fuere, estos días no pueden pasar desapercibidos para el común de los limeños, su importancia debe ser conocida y revalorada.
3 comments:
Muy interesante. Mi padre fue miembro de la Archicofradía de la Veracruz. Látima ue al modernizarse se hayan perdido las procesiones, excepto la del Señor de lo Milagros y las e algunos barrios limeños.Gracias.
En LIma aun hay muchas procesiones ,por ejmplo la de Sta Rosa de Lima, San Martin de Porres, San juan Macias, niño de Praga, San Judas Tadeo, la Inmaculada, etc etc solo por nombrar algunos ,solo que no son muy difundidos solo el del Sr de los Milagros.
Aparte cada domingo por el centro de Lima se pueden ver `procesiones de santos patrones o virgenes de provincias con sus bailes y musica ,sobre todo las de San Sebastian, dan misa en quechua ahi.
Actualmente la Virgen de la Soledad sale el VIERNES SANTO, ya no el Sábado. Acompaña al Santo Entierro. Este año 2013 salen a las 5:30 p.m., pero una hora antes comienza el descendimento de las imágenes.
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