Ad portas de una nueva elección presidencial y parlamentaria, es bueno recordar los verdaderos motivos que deben mover a quien postula a una curul, a alguien que aspira a ser un "padre de la Patria".
Si a mi me dijeran ¿que calidades desearía Ud. en los diputados de un Congreso? Respondería:
- Honradez a toda prueba
- Mucha adhesión ala santa causa que defiende la nación.
- Ningún espíritu de cuerpo, clase o protección.
- No estar empleado por el gobierno.
- Odio implacable a la ignorancia, al despotismo, a la intriga, a la hipocresía y a toda clase de haraganes.
- Amor intimo a la Patria y deseos vivisimos de purgarla de los males que le han traído los gobiernos anteriores; el influjo de ciertas gentes que han vivido de las preocupaciones del pueblo, los empleados estúpidos o malvados; el padrinazgo que dispensaban ciertos magnates a agentes indignos de ocupar los puestos públicos.
- Buen juicio y discernimiento natural, instrucción en la ciencia política y conocimiento exacto de la localidad, producciones y costumbres peculiares de la provincia que represente.
- Que fuese lego, llano y abonado, porque los eclesiásticos tiene bastante que hacer con cuidar de la salvación de las almas y seria mejor que se dedicasen a esto exclusivamente, sin mezclarse en los negocios de este mundo.
- Consecuencia en sus principios y dictámenes, por que sin ella el mas elocuente diputado vendría a ser un charlatán.
- Y últimamente, inflexibilidad y decisión para sostener la libertad de los ciudadanos, persiguiendo en publico y a pecho descubierto a quien osare atropellarlos, usando las voces claras y terminantes que hagan conocer el crimen para remediarlo oportunamente.
Diario de Lima, Martes 5 de Noviembre de 1822
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