Ocurrió el domingo 31 de mayo de 1970, a las 3 de la tarde con 23 minutos y su epicentro se dio en el Océano Pacífico, frente a las costas de Chimbote. El terremoto se sintió en toda la costa y sierra central del Perú (desde Tumbes hasta Ica y desde la costa hasta Iquitos). Por cerca de un minuto, los limeños sintieron un ruido sordo, creciente, interminable que pronto se acompañó de grandes remezones. En ese momento, no se daban cuenta de que se estaba produciendo la más grande destrucción física causada por un sismo en el siglo XX en toda América. Una de las razones fue que, a los tres minutos de ocurrido el sismo, se produjo un aluvión en el Callejón de Huaylas al desprenderse la cornisa norte del nevado Huascarán arrastrando 50 millones de metros cúbicos de nieve, barro y rocas. La inmensa masa se deslizó por la ladera y sepultó tres ciudades, Yungay, Ranrahirca y Caraz, causando la muerte a unas 23 mil personas, 300 se salvaron al estar en el estadio de Yungay en las afueras de la ciudad y otras 92 también sobrevivieron porque estaban o alcanzaron el cementerio de la ciudad que se encontraba en un promontorio en medio de la zona inundada. La catástrofe fue devastadora: 186 mil viviendas destruidas, 69 mil muertos, 150 mil heridos, más de un millón de damnificados. Los efectos sociales y económicos en la zona afectada fueron intensos, así como la migración. La ayuda humanitaria procedente del país y de casi todo el mundo fue abrumadora, la lección inolvidable. Este sismo ha sido considerado como el más mortífero del siglo XX en la región.
El terremoto comenzó a remecer Lima mientras Humberto Vilchez Vera animaba el programa dominical vespertino de Panamericana, Canal 5. Al principio, Vílchez Vera pedía calma y repetía que ya estaba pasando, para luego transformarse en un manojo de nervios, histérico y lloroso. No se le vio por un buen tiempo en la pantalla… Las transmisiones de los noticieros “Conchán” y “El Panamericano” (que se trasmitían por el 4 y el 5, respectivamente) revelaban la intensidad de la tragedia, que finalmente arrojó el terrible saldo de casi 70 mil peruanos muertos, además de la desaparición del poblado de Yungay, en el departamento de Ancash. Fue a partir de esta tragedia que se organizó un sistema de Defensa Civil más competente. Por último, está la anécdota de la selección de fútbol que participaba en el Mundial de México 70 y que, luego del terremoto, jugando con un crespón negro, luego de guardar un minuto de silencio por las víctimas, le volteó el partido a Bulgaria, ganando 3-2, con goles de Gallardo, Chumpitaz y Cubillas.
5 comments:
Parece que Velazco Alvarado salió premiado con los terremotos.
Sin duda, una de la peores tragedias que nos tocó vivir.
Gracias por tu comentario, ciertamente el Perú se ubica en el circulo de fuego al igual que Chile y Ecuador, la posibilidad de que haya otro terremoto es muy grande.
Aunque estaba muy niño recuerdo bien el inicio de ese terremoto. Como bien lo mencionas, se inicio con un ruido; como el de motor de un camión que venia desde los cerros y antes de iniciarse el movimiento recuerdo con mucha claridad la inquietud de perros y otros animales domésticos que teníamos en mi casa; fue el único de todos los terremotos que he vivido, en que vi a las aves levantar vuelo en pleno movimiento sísmico y chocar entre si en el aire. Los supervivientes llegaron después en estado muy lamentable por las calles de Lima. Sin duda fue el peor del siglo XX. Pero no recuerdo haber oído de saqueos ni robos como ocurrió en el de Pisco en el 2007.
Aun no nacia cuando esto ocurrio pero mi madre me cuenta que fue un movimiento muy fuerte y que dos trabajadores de mi abuelo eran de yungay y justo ese dia estaban alla, nunca mas supieron de ellos, ella estaba en lima en ese momento mi padre estaba en chiclayo, en el momento en que el movimiento comenzó el estaba jugando futbol recuerda q vio mujeres arrodilladas pidiendo perdon a Dios y muchas familias llorando
Recuerdo perfectamente el día , tenía yo 11 años de edad y habíamos salido con mi
Madre, mi hermano menor mi tía y primas de paseo al Callao. Estábamos en el terminal
Pesquero y ya en el automóvil para regresar observamos correr a la gente se acercó un estibador pálido y le dijo a mi Madre: Sra. Terremoto!.. Ya efectivamente escuche un ruido subterráneo como si una mezcladora de cemento con piedra algo gutural. Vi los camiones balancearse de izquierda a derecha a un Chevrolet enorme moverse como hecho de gelatina . Nos abrazamos con mi madre y mis primas a mi tía. Vi desplomarse un Galpón y quedar por tierra una gruta con la Virgen. Las puertas del terminal estaban ya cerradas y la gente gritaba enloquecida. A duras penas abrieron las puertas y la gente corría por temor a que el mar se saliese. Recuerdo ver chorros de licor y cerveza salir de las Cantinas que estaban en la Av. Buenos Aires....
Publicar un comentario