viernes, octubre 19

La Exposición de Lima luego de la ocupación chilena (1889)

En un articulo anterior había compartido una serie de cartas inéditas intercambiadas durante la ocupación chilena de Lima, entre el alcalde de nuestra ciudad y el administrador y el director del Parque de la Exposición, dando cuenta de los progresivos destrozos y perdidas que se iban dando en este lugar a causa de haberse convertido en cuartel de una división militar chilena. Terminada la ocupación el 23 de octubre de 1883, el estado en que se encontraba  el Parque era calamitoso. En este articulo se describe mediante otros documentos del Archivo Histórico de la Biblioteca de la Municipalidad de Lima, los esfuerzos para su recuperación, que terminan con una memoria presentada en 1889, y que es el que se reproduce lineas abajo.


Retiradas las fuerzas de ocupación de nuestra capital, lo que viene a continuación es la reconstrucción, no solo material sino también moral y espiritual, y esto fue tal vez lo mas difícil, como podemos ver por la lentitud en que este proceso se llevó a cabo.

Luego de la guerra, se formó la Sociedad Administradora de la Exposición, cuyos fines eran la recuperación de este parque limeño. Su tarea era recuperar primero algunos de los elementos decorativos del Parque repartidos en la ciudad. Algunos de los objetos pertenecientes al Parque de la Exposición que se salvaron del expolio chileno, reconocido por historiadores de ese país, fueron a parar a otros establecimientos de la ciudad, como por ejemplo unos jarrones que en su "camuflaje" para no llamar la atención de los invasores, terminaron como basureros y otros como depósitos de cascaras de frutas, en el Mercado de la Concepción, hoy Mercado Central.

Hubo otros objetos que estaban en el Palacio de la Exposición, de seguro esculturas y pinturas, que fueron puestos en salvaguarda en algunos lugares de la ciudad, por el alcalde Cesar Canevaro, cuando los chilenos mostraron su deseo de usar este edificio como caballeriza. Desafortunadamente, según se desprende del tenor de una de las cartas, estos depósitos fueron denunciados -¿por quien? ¿peruanos?-, y estos objetos se perdieron.

Una boletería también fue llevada al Mercado, y dos esculturas de mármol se encontraban en la Estación del Ferrocarril Ingles, muy probablemente la que se encontraba en la actual Plaza San Martín, antigua estación de San Juan de Dios. A continuación las cartas que dan cuenta de lo anteriormente descrito.








Tras realizar esta esforzada labor de recuperación del Parque, luego de cinco años de encomendada esta labor, la Sociedad Administradora de la Exposición presenta una Memoria donde da detalles de lo que se encontró y las labores que se hicieron para su recuperación.

Al inicio, menciona el documento los problemas de carácter económico que se tuvo que salvar para cumplir la misión encomendada. Hace algunas observaciones respecto a trabajos que quedan inconclusos y que posteriores administraciones deben concluir. Se menciona la reparación de la mayoría de pabellones y kioskos, como el Pabellón Presidencial y el Pabellón Gótico (Morisco), aceptando que la reconstrucción del Palacio de la Exposición "era un esfuerzo muy superior a sus fuerzas", lo cual nos da una idea del estado destrucción en que este quedó.

Interesante es la parte en que se menciona el lugar donde estuvo el antiguo reloj de Pedro Ruíz Gallo, que ofrecía una "desagradable ruina". Se menciona de pagos a acreedores entre los que se menciona entre otros a Oscar Heeren. Y en el caso del zoológico se agradece el donativo de preciosas especies traídas de Europa. Es importante destacar los nombres de estos peruanos que se hicieron cargo de esta labor: Domingo Olavegoya, N. de Aramburu, F. M. Fernandez, D. M. Almenara, Julio C. Pflucker, Emilio Heyneman, Carlos Watson.





En esta parte final, comparto la comparación de como se hallaba el Parque luego de la ocupación y como se dejó al final de la gestión de esta Sociedad, en 1889. Asimismo un inventario de muebles y enseres, y de animales del zoológico.







La lectura de estos textos es mas que elocuente para entender la magnitud de la obra de reconstrucción en una ciudad que sigue reconstruyéndose, sobre todo cuando su memoria constantemente queda avasallada por la indiferencia y desinterés de sus habitantes.

Ver articulo anterior: La Exposición de Lima durante la ocupación chilena (1881)

Créditos de las imágenes: 
Documentos del Archivo Histórico de la Biblioteca de la Municipalidad de Lima Metropolitana, digitalizadas por David Pino, autor del presente articulo.