El periodo virreinal (siglo XVI-XIX) es una etapa poco difundida en los colegios, se ha convertido hasta en una etapa negada de nuestro pasado. Sin embargo, puede ser un periodo rico en detalles, historias y personajes, donde también surgió una exquisita arquitectura, y una sociedad con sus propias inquietudes, alegrías y temores. Esta sociedad virreinal dio varios vecinos ilustres cuya historia es bueno conocer. En este articulo solo hablaremos de cinco de ellos, de descollante existencia y cuyas acciones han dejado huella hasta el día de hoy.
Don Pedro Peralta y Barnuevo (Cristobal de Aguilar, Museo de Arte Univ. San Marcos) |
Hablaba con fluidez ocho idiomas, entre ellos el quechua. En varios de sus escritos se refirió al pasado prehispánico del Perú. Fue Contador Real del Tribunal de Cuentas, en 1709 nombrado Cosmografo Mayor e Ingeniero del Virreinato, cargo que ejerció hasta su muerte. Asimismo fue Rector de la Universidad Mayor de San Marcos y miembro de la Academia de Ciencias de París. Diseño fortificaciones militares para Lima, el Callao y otros remotos lugares del Virreinato del Perú como Buenos Aires.
Sabio reconocido en su tiempo murió el 30 de abril de 1743 sin muchas riquezas, quizá gasto toda su fortuna acumulada en su fecunda vida académica, en curaciones a sus enfermedades en su vejez. En su testamento mas que objetos personales de valor destacaba su gran biblioteca de variados temas que iban desde las Ciencias y Astronomía hasta obras de Ingeniera náutica en ingles, francés y portugués, y algunos libros de historia de España. A pesar de esto escribió una erudita obra llamada España Vindicada sobre la historia de esta nación hasta el siglo V. Otra de sus grandes obras es Lima Fundada, poema que narra nuestra historia desde los tiempos de Pizarro.
En la imagen superior, un lienzo de nuestro personaje, del pintor Cristobal de Aguilar que se conserva en la Universidad Mayor de San Marcos. Aquí se aprecia al Doctor Don Pedro Peralta Barnuevo con su traje de Catedrático y Rector, tras de él una cortina a medio descorrer, donde se alinean en una estantería los títulos mas destacados de su producción, impresa como inédita. Un descollante personaje de su tiempo, un limeño universal.
Don Vicente Morales Duarez (Museo de Arte de la Univ. San Marcos) |
VICENTE JOSEPH MORALES Y DUÁREZ, nació en LIMA el 24 de enero de 1757. Inclinado desde su infancia por seguir la carrera religiosa realizó estudios Teológicos en el Seminario de Santo Toribio, sin embargo pronto mostró inclinación por los temas jurídicos por tanto siguió la carrera de Leyes y Canones en la Universidad Mayor de San Marcos donde obtuvo el titulo de Doctor. Catedrático en esta Universidad limeña en varias materias asociadas a su formación, también se desempeño como asesor de asuntos administrativos de los Virreyes Gil de Taboada y Ambrosio O'Higgins.
Fundador del Colegio de Abogados de Lima en 1804, es recomendado por el Virrey O'Higgins ante el Rey para que se le concediese alguna vacante en las Audiencias Reales. Por ello decidió viajar a España en 1810. Ese mismo año se instalan las Cortes donde representando a Lima fue nombrado vicepresidente, recibiendo el trato de "Majestad". Como miembro de la comisión de Constitución abogo por la igualdad entre criollos y españoles, puestos para americanos en el gobierno y por el mejor trato de los indios. De esta manera demostró su deseo de libertad para los territorios americanos de España.
El 24 de marzo de 1812 es elegido Presidente de las Cortes pero enferma el mismo día de su proclamación. Llego a firmar la Constitución pero una semana después (2 de abril de 1812) es encontrado muerto. Aunque la versión oficial dice que murió de apoplejía, algunas versiones que circularon indicaron que fue envenenado. Fue enterrado en Cádiz con honores de Príncipe de Castilla.
La pintura que ilustra esta parte del articulo se encuentra en el Museo de Arte de la Universidad Mayor de San Marcos, y es de autoría anónima.
Don Francisco de la Bodega y Quadra (Museo Naval de Madrid) |
JUAN FRANCISCO DE LA BODEGA Y QUADRA, nació en LIMA el 3 de junio de 1744. Fue un oficial criollo de la Marina Española y destacó por sus viajes de exploración y reconocimiento militar para la Corona de nuevas tierras en Norte América. Debido a su inteligencia y sagacidad ascendió rápidamente en la carrera naval llegando a Capitán. Pudo haber ocupado cargos mayores debido a su capacidad pero era una época en que estos privilegios solo se reservaban a españoles y no a los criollos americanos.
En uno de sus viajes, entre 1774 y 1779 llego a remotos lugares como Juneau (actual capital de Alaska), la entrada a Seattle (al que llamo Puerto Quadra) y a la bahía de San Francisco (llamada Bahía de Quadra). Además en este viaje expulso a rusos de estos territorios reclamándolos para la corona española. En 1789 nuevamente sale en una expedición desde el Callao, esta vez para lograr el retiro de los ingleses que ya habían tomado posesión de varias tierras reclamadas anteriormente por España y que había derivado en un conflicto entre estas dos naciones. Luego de la firma de un tratado llamado del Escorial, Inglaterra envio como representante al capitán George Vancouver, y España designó a nuestro personaje. Debe haber sido difícil para Quadra tener que ceder a los invasores ingleses territorios que el había descubierto antes. Sin embargo Bodega y Quadra se gano el respeto de Vancouver que en reconocimiento al limeño hizo llamar a una isla Quadra y Vancouver, aunque hoy solo es conocida como Vancouver -en Canadá- debido a que en posteriores mapas se omitió el nombre del peruano por cartógrafos ingleses.
Gran marino, explorador, colonizador y militar, el Rey Carlos III lo nombra por sus hazañas Caballero de la Orden de Santiago. Poco se sabia de el en su propia tierra, hasta la restauración de su casa en el Jirón Ancash que hoy es un museo. Sin embargo, es muy conocido en España, Canadá, Estados Unidos y México, donde existen un sinnúmero de monumentos y homenajes a su memoria, lo que lo eleva a la categoría de limeño universal. Fallece a los 51 años -el 29 de marzo de 1794- cuando se encontraba en México, siendo enterrado en el Convento de San Francisco de esa ciudad.
Imagen superior: lienzo anónimo (1785) que se conserva en el Museo Naval de Madrid.Don Juan de Acuña y Bejarano |
JUAN DE ACUÑA Y BEJARANO, nació en LIMA el 22 de febrero de 1658. Fue Capitán del ejército, noble con el título de Marqués de Casa Fuerte, y Virrey por España en Aragón, Mallorca y México donde desempeñó este cargo hasta su muerte siendo muy querido por el pueblo mexicano. Paso 59 años sin interrupción alguna en la carrera militar, de probada capacidad fue nombrado por el Rey Felipe V, Virrey Gobernador y Capitán General de México, eminente posición a la que llegaron muy pocos americanos. Pudo mantener en ese Virreinato el orden público y la paz benefactora dejando monumentos y recuerdos de su gran gestión, siendo además en su gobierno constructor de los suntuosos edificios de la Aduana y la Casa de la Moneda en esa importante capital virreinal.
También destacó expulsando a los rivales ingleses que se habían asentado en las costas de México y Honduras -había guerra contra ese país-. Asimismo inicio el avance de Texas logrando este territorio para España colocando colonos en esa zona, y conquistó Belice en 1733, importante logro pues esta ciudad era base de piratas que ya muchos estragos habían causado en décadas pasadas.
Sin embargo, lo mas valioso del limeño Acuña fue su desempeño piadoso con su pueblo, pues invertía su sueldo y caudal en limosnas y obras de caridad. Su dinero se fue prácticamente en sostener casas de huérfanos y también de los presos en las cárceles. Enfermo de gota falleciendo el 17 de marzo de 1734 cuando aún se desempeñaba como Virrey, siendo su muerte muy sentida por el pueblo que guardo luto varios días. Fue sepultado en la iglesia franciscana de San Cosme, comunidad a la que siempre ayudó Acuña y donde solía escuchar misa diariamente.
Varios biógrafos han coincidido en que no hubo en México gobierno como el suyo. Peralta y Barnuevo lo menciona en el 7mo canto de su "Lima Fundada". Un gran Virrey, muy recordado y un limeño universal sin ninguna duda.
Don Pablo de Olavide y Juaregui |
PABLO ANTONIO JOSÉ DE OLAVIDE Y JAUREGUI, nació en LIMA el 25 de enero de 1725, y cuya mansión familiar estaba ubicada en la actual esquina de los jirones Miro Quesada y Carabaya. Muy inteligente y precoz, a los 15 años se graduó como Licenciado y Doctor en Teología por la Universidad Mayor de San Marcos. A los 20 años ya era Oidor de la Real Audiencia de Lima. Una meteórica carrera en la administración publica le esperaba, sin embargo ocurre en Lima el terrible terremoto del 28 de octubre de 1746 que destruyó nuestra ciudad.
Olavide finge la muerte de su padre para apoderarse de su fortuna, a la vez que éste huye de la ciudad para evadir sus deudas aprovechando la confusión reinante. Apoderandose del almacén de su padre procede a rematar la existencia mercantil a espaldas de los acreedores. También vende las alhajas y joyas de su madre, a fin de no dejar nada para algún eventual embargo de los acreedores de su padre. Cuando los acreedores reaccionaron denunciaron a Olavide ante la justicia local pero este tenia tantas influencias que cualquier caso caía sin investigación, y apenas tenia 21 años. Los acreedores entonces buscaron al tío de Olavide que aparecía como fiador, y a su vez el volvió a exigir que Olavide pague sus cuentas pues sabia de la fortuna escondida que tenia, este se negó y se inicio un nuevo proceso pero esta vez ante el Virrey, pero Olavide persistió en su proceder, por lo que finalmente el Consejo de Indias decide en 1750 suspender al joven Oidor de sus funciones hasta esclarecer su situación.
Olavide ya suponiendo este desenlace había salido de Lima en 1749, y llego a España en 1752 no sin haber realizado otras actividades ilícitas en algunas ciudades durante su trayecto. Al llegar a España es encarcelado y sus bienes confiscados. Algunos biógrafos crearon la leyenda de que la persecución de Olavide se debió al uso de fondos públicos para la reconstrucción del Teatro Principal (donde hoy está el Teatro Segura), pero Lohmann Villena desmiente esta historia y mas bien muestra el verdadero cariz de Olavide en esta primera etapa, alguien sin escrúpulos.
Ya en España, y con libertad condicional por las acusaciones antes mencionadas, bajo la fianza de su tio Domingo de Jauregui, la suerte de Olavide toma un rumbo distinto, debido a su ingreso a la prestigiosa Orden de Santiago, la mas ilustre de las Ordenes españolas, y también por su boda con una acaudalada viuda cincuentona doña Isabel de los Rios, quien antes de la boda le hizo donación de toda su fortuna a nuestro compatriota que recién había llegado a los 30 años.
Llevando un nuevo tren de vida debido a su nueva y holgada posición económica, pudo viajar por varios países de Europa donde estrecho relaciones con la alta burguesía comercial de Francia e Italia, fue huésped de Voltaire y estuvo presente siempre en los mas altos circulos intelectuales y comerciales en estos países donde se presentaba como el "sobrino del Virrey del Perú" y "marques de Olavide". Sin embargo, es por estos años que un nuevo problema se iba presentando en la venturosa vida de Olavide, pues un cargamento de libros prohibidos por la Inquisición llego a Sevilla y tenia como destinatario a nuestro compatriota, que se encargaba de distribuirlos por España. Debido a esto, la Inquisición inicio un expediente sobre Olavide que derivaría en una acusación con consecuencias graves después. Mientras tanto, ya vinculado y respetado en las altas esferas politicas españolas, es nombrado en 1766 Director de un Hospicio en Madrid, donde tuvo una gran gestión que le granjeo mas simpatías y la confianza absoluta de la Corte española.
Es en este contexto que el Rey Carlos III le encomienda una labor complicada pero ambiciosa: colonizar extensas regiones desérticas de la Sierra Morena, entre el camino de Andalucia a Madrid que se encontraba infestada por bandoleros y dificultaban el comercio entre ambas regiones. Ademas es nombrado Intendente en Andalucia, y Asistente de la ciudad de Sevilla, cargos que le facilitaran la labor encomendanda. Con este nuevo encargo Olavide se muda a Sevilla donde realiza una serie de reformas urbanisticas, y de indole judicial y educativo, lo mismo que en Andalucia donde tenia autoridad total sobre otras autoridades locales (Sevilla, Jaen, Cordoba y Granada). También se muda a las nuevas poblaciones de Sierra Morena, sacrificando el lujo y las comodidades de su residencia en el Alcazar de Sevilla, pero trabajando denodadamente y con éxito en estas nuevas tierras.
Sin embargo la Inquisición que venia siguiendo sus actividades finalmente lo acusó en varios campos: "en el terreno religioso: defendía la moralidad del teatro y de los bailes; despreciaba las minuciosas prácticas de devoción, tan queridas al pueblo sevillano; poseía libros prohibidos y pinturas lascivas; se burlaba del celibato eclesiástico; era demasiado libre en sus juicios religiosos y no se recataba de manifestar sus opiniones críticas en tan delicado terreno". Finalmente, es encarcelado y el 24 de noviembre de 1778 sentenciado a exilio perpetuo a veinte leguas de Madrid, de Lima, de Andalucia y de la Sierra Morena. También fue recluido en un monasterio donde se le "reeducaria" en la fe Cristiana, a nunca mas usar ropas lujosas ni joyas, solo ropas de tela simple de color amarillo, todos sus bienes y propiedades confiscados, y sus descendientes hasta la quinta generación impedidos de ejercer cargos públicos. Fue llevado al Monasterio de Sahagún en León, pero la rudeza del clima hizo que se le traslade constantemente de lugar, hasta que un tiempo después, al encontrarse cerca de la frontera huye a Francia.
Diecisiete años vivió en el exilio en Francia, donde tuvo oportunidad de recuperar su vida fastuosa, donde ademas fue bien recibido por los enciclopedistas franceses: "Diderot pronunció un famoso discurso sobre su figura ante la Asamblea General; Voltaire dijo de él: "Vos y cuarenta como vos necesita España". Vivió la revolución francesa y la Convención le nombró ciudadano de honor."
Olavide vivió muy de cerca los episodios de la Revolución francesa, fue apresado poco después acusado de extranjero sospechoso de "colaborar con la Aristocracia". Paso nueve meses en prisión donde la incertidumbre sobre su futuro era cosa de todos los días. "Retirado a la soledad, escribió largos poemas religiosos y una extensa obra titulada El Evangelio en triunfo (1797), fruto de la profunda crisis de conciencia que experimentó en los últimos años de su vida. La obra alcanzó un éxito fulgurante, lo que sirvió para facilitar su regreso a España."
El Rey Carlos IV le permite volver a España en 1798, le restituye todas sus dignidades y le asigna una renta anual de 90,000 reales. Se le conceden nuevos cargos públicos que el rechaza, y retirado en Andalucia vive al amparo y cuidados de su prima Teresa de Arellano y Olavide, marquesa viuda de San Miguel, a la que designó heredera universal de sus bienes. Falleció el 25 de febrero de 1803, y fue enterrado en una iglesia parroquial de Jaen. Hoy existe una universidad en Sevilla con el nombre de nuestro vecino de la calle Nuñez y Filipinas, cuya vida cinematográfica he resumido en esta parte del articulo, sin duda otro limeño universal.
Fuentes:
Diccionario Histórico Biográfico de Manuel de Mendiburu
Diccionario Histórico Biográfico de Manuel de Mendiburu
Biblioteca Hombres Ejemplares, Guillermo Lohmann Villena
http://porlasendadelahistoria.blogspot.pe/2014/08/juan-francisco-de-la-bodega-y-quadra.html
http://rpp.pe/lima/actualidad/vicente-morales-duarez-el-peruano-que-presidio-las-cortes-de-cadiz-noticia-462921
http://personal.us.es/alporu/historia/pablo_de_olavide.htm
3 comments:
Importantes reseñas de notables peruanos que deben ser tomados en cuenta por el aporte que cada uno representa a la humanística.
Muy interasantes las historia de estos peruanos. Importante conocer más sobre el propietario de la casa Bodega y Cuadra que actualmente es un museo en Jirón Ancash. Muchas gracias por la info.
Muy buena aportación. El caso de estos peruanos y otros tan destacados deben ser enseñados en los colegios
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