La Inauguración de la avenida Alfonso Ugarte

En el gobierno de Augusto B. Leguía se impulso la modernización de la ciudad capital. A partir de 1919 se transformaron las principales avenidas, parques, plazas y alamedas. Con visión de futuro, el gobierno central apoyo al gobierno municipal en la realización de estas obras. Una de las avenidas más hermosas de Lima fue la de Alfonso Ugarte, inaugurada personalmente por el mandatario el 18 de febrero de 1928.

Los objetivos delineados por el propio Leguía en su discurso inaugural fueron la transformación de esta vía como aliciente para la construcción de hermosas residencias y el progreso urbano entra la plaza Dos de Mayo y la plaza Bolognesi. Fue entonces que expreso abiertamente su apoyo al burgomaestre, de quien dijo admirar su eficiencia en la ejecución de las obras viales y se comprometió a seguir trabajando con él en el desarrollo de la ciudad. "Es mi intención que nuestra metrópoli sea, cada día con mejor titulo, el orgullo del Perú y la admiración de los extraños", señalo el presidente. 

Una moderna iluminación eléctrica y los últimos métodos de pavimentación, aunados a los consabidos arreglos florales y de listones multicolores, fueron el marco para la primera muestra al público de la avenida. Los vecinos asistieron alborozados a lo que constituía la apertura de una de las primeras grandes avenidas que sobrepasaban los linderos del Damero de Pizarro. Cobró mucha importancia porque sobre ella estaba ubicado el antiguo y prestigioso colegio de Nuestra Señora de Guadalupe.

Colegio Nacional Nuestra Señora de Guadalupe

Lima empezaba a crecer, no era ya más solo el Jirón de la Unión, y muy pronto las casas comerciales también buscarían nuevas zonas para ubicarse y atender al creciente público capitalino. Hasta ese entonces, salvo gloriosas excepciones, la mayoría de casas estaban ubicadas en lo que hoy es el Cercado de Lima. 

Los alrededores estaban conformados por pequeñas o grandes haciendas no urbanizadas. Luego, muy al sur, Miraflores, Barranco y Chorrillos constituían los balnearios de la época y, al oeste, estaba el Callao. Todo lo demás eran terrenos baldíos. De este modo, las avenidas que hoy conocemos como parte del Cercado de Lima eran consideradas interurbanas en ese entonces.

Avenida de Circunvalación, al fondo la Plaza Dos de Mayo. Postal de E. Pollack

Leguía rompió con ese centralismo y busco que la población se desplazara hacia los lugares no tradicionales. Para ello agrando las calles y jirones con el fin de dar paso a los modernos automóviles y a los carros eléctricos. Sin embargo, cabe señalar que, antes de el, ya el presidente Nicolás de Piérola había iniciado esta expansión abriendo el Paseo Colón y mas tarde La Colmena. 

No le falto razón a Leguía cuando, al inaugurar la avenida, sostuvo que "la Lima de nuestros abuelos quedará como un motivo de evocaciones agradables y cariñosas" Pocos años después, la eclosión urbana y social, debido a las continuas migraciones, demostrarían que las obras realizadas en esa época, quías entonces calificadas de desmedidas, resultaban esenciales para una urbe que poco a poco fue creciendo, por lo general en forma desordenada, hasta llegar a la gigantesca Lima metropolitana de hoy. La avenida Alfonso Ugarte es testigo de los cambios de la ciudad.

Fotos de la avenida Alfonso Ugarte:

Fuente:
El Siglo XX de El Comercio. 1920-1929. Plaza & Janés Editores S.A. Edición de Perú, 2000
Fotos: ebay.com, Google Imágenes, Lima de Siempre